El reciente acontencimiento de la partida de nuestro colega Marco Antonio Dávila Marquina, nos ha dejado sorprendidos, inmóviles, asustados, como si el corazón se detuviera por unos momentos ante tan lamentable noticia, la mente por su lado se rehúsa a aceptar esta realidad, preferimos estar viviendo una pesadilla, y desde el lado racional buscamos respuestas a miles
de preguntas: ¿por qué así?, ¿por qué él?, ¿por qué tan joven?, y muchas preguntas más que hacen eco no encuentran respuestas con claridad, respuestas que solo el misterio de la vida nos ofrecerá o clarificará en su momento.
Querido Marco, de seguro que desde donde estés, verás, sentirás o te percatarás -como dicen los gestálticos- del gran cariño y admiración que sembraste en los corazones de tus familiares, amigos, alumnos, colegas. Has sido un HUMANISTA cabal, un ser humano extraordinario abierto a la escucha, la aceptación, cálido en tu encuentro con cada persona. Tu sonrisa y abrazo afectuoso hacían sentir que cada uno es un ser único y especial, así hoy tu vida hace eco a lo que C. Jung decía “El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman” y tú transformaste, y seguirás transformando personas.
Siempre preocupado por tu formación, nunca dejaste de seguir preparándote, el estudio y la formación eran tu propósito firme para seguir desarrollándote, eres un ejemplo para muchos y nuevamente hace eco la frase de Carl Jug: «Conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana.» No existe la menor duda que seguiste al pie de letra esta prescripción; tu carisma como docente, ayudó a trascender más allá del conocimiento y dejar huella imborrable en tus alumnos; tu ayuda como psicoterapeuta dejan a muchos de tus pacientes sentidos y desolados y a nosotros tus colegas nos dejas la responsabilidad de intentar cubrir este gran vacío profesional, sin duda no será fácil, pues tú has sido un gran referente de la Psicología y la Psicoterapia en Cajamarca. Y si en tus amigos, alumnos y conocidos dejas esta huella tan profunda, tu familia estará más impregnada de tu don de ser humano, de tu excelencia de hijo y padre. Nuestras oraciones
por ellos para que encuentren la fortaleza para seguir adelante amando a la vida tal como se lo enseñaste.
Finalmente, estimado Marco, creo que lograste la trascendencia con todo lo que has hecho, con tu forma de ser y vivir, estás trascendiendo y el que trasciende no muere sino que vive por siempre, en cada enseñanza, en cada recuerdo, en cada encuentro. Hasta siempre, Marco, nos dejas muchas cosas tuyas, gracias por todas ellas, hoy las valoramos y las haremos dar fruto. Hasta siempre, amigo, colega, maestro. Dios te reciba en el cielo con una gran fiesta y te permita desde ahí velar por todos los tuyos.
Lucia Esaine Suárez
Decana de la Facultad de Psicología