Homero Bazán Zurita (*)
En verdad, la única esperanza contra el coronavirus es el descubrimiento definitivo de una vacuna eficaz para producir inmunidad contra este microbio que ha paralizado –y cambiado- al mundo y está causando una gran morbilidad y mortalidad. Las vacunas no son nuevas, hay ya una experiencia de más de 200 años. En 1796 Edward Jenner, médico inglés, produjo una vacuna contra la viruela. En 1880 Louis Pasteur produjo otra vacuna contra el ántrax y el cólera aviar. Después se han producido decenas de vacunas contra diversas enfermedades que han logrado prevenir enfermedad y muerte.
Se informa que para el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus hay cientos de investigaciones, con científicos trabajando 24 horas los siete días de la semana. Varias de ellas están en la etapa 3, ello es, en la experimentación con miles de voluntarios humanos, después de haber superado las pruebas in vitro y pruebas con animales. Y varios de estos laboratorios privados, o de universidades, asociados con empresas, anuncian que antes de fin de año tendrían una vacuna efectiva y probada para neutralizar los terribles problemas de salud que este virus SARS2 está causando.
Esperemos que Nuestro Señor ilumine aún más estas mentes brillantes y logren su objetivo; así, tal vez volvamos a nuestra llamada vida normal muy pronto.
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(*) Decano (e) – Facultad de Ciencias de la Salud Asesor en Gestión de la Investigación y Promoción Cultural